La vitamina C, también conocida como ácido ascórbico , es una vitamina hidrosoluble que, por sus numerosas implicaciones fisiológicas, es la vitamina número uno antienvejecimiento y tonificante.
¡Hacemos balance a continuación!
El descubrimiento de la vitamina C:
El origen de la vitamina C se remonta a la observación de marineros que padecían escorbuto, una grave enfermedad provocada por una deficiencia de esta vitamina.
En el siglo XVIII, James Lind descubrió que el jugo de limón podía prevenir esta enfermedad, allanando el camino para comprender la importancia de la vitamina C en la salud humana.
Desde entonces, las investigaciones han aclarado la naturaleza fundamental de esta vitamina por sus múltiples funciones.
Una vitamina esencial para el organismo:
La vitamina C es “esencial” porque el cuerpo no puede sintetizarla.
A diferencia de muchos otros mamíferos (los perros, por ejemplo), los humanos no pueden sintetizar vitamina C, debido a una mutación genética ancestral.
Este defecto genético hace imperativo aportar vitamina C exógena a través de la dieta o suplementos para cubrir las necesidades fisiológicas.
Beneficios comprobados de la vitamina C:
Los beneficios de la vitamina C son múltiples: es un cofactor clave para muchos mecanismos fisiológicos. Sin él, estas reacciones son menos eficientes o incluso se detienen (caso de escorbuto).
La EFSA, la autoridad sanitaria europea, ha enumerado declaraciones de propiedades saludables relacionadas con la vitamina C.
Esta vitamina juega un papel clave en el sistema inmunológico al promover la producción y actividad de los glóbulos blancos, que combaten las infecciones.
Además, en dosis moderadas, es un potente antioxidante , neutralizando los radicales libres y protegiendo las células frente al daño oxidativo.
También contribuye a la síntesis de colágeno , proteína esencial para la juventud de la piel, las articulaciones y todos los tejidos.
Esta doble acción antioxidante y de síntesis de colágeno la convierte en la vitamina antienvejecimiento número uno.
Ingestas necesarias de Vitamina C:
Los requisitos de vitamina C varían según la edad, el sexo, la salud y el estilo de vida.
Las autoridades sanitarias generalmente recomiendan ingestas diarias que oscilan entre 65 y 110 miligramos por día para los adultos.
Sin embargo, estas necesidades pueden incrementarse alrededor de un 30% en:
- Fumadores
- Personas que experimentan exceso de estrés oxidativo (patologías)
- Mujeres embarazadas o en período de lactancia, o aquellas sujetas a condiciones médicas específicas.
Riesgo de deficiencia de vitamina C:
Es necesario diferenciar una deficiencia grave llamada Escorbuto de una deficiencia leve.
El escorbuto, enfermedad históricamente asociada a esta deficiencia, se caracteriza por fatiga, dolor en las articulaciones, sangrado de encías e incluso problemas cardíacos graves si la deficiencia persiste.
Aunque las deficiencias son raras en los países desarrollados, una ingesta insuficiente puede provocar síntomas más sutiles como:
- debilidad inmune
- Cicatrización más lenta de las heridas.
- De la fatiga
- Irritabilidad
¿Dónde encontrar vitamina C en los alimentos?
La vitamina C está presente en diversos alimentos, principalmente en frutas frescas como:
- Frutas cítricas (naranjas, limones, pomelos)
- Bayas (fresas, moras, grosellas)
- Kiwis y piñas
Así como en determinadas verduras como los pimientos, el brócoli, las coles de Bruselas y las espinacas.
El contenido de vitamina C varía mucho entre alimentos y puede verse influenciado por factores ambientales, culturales y agrícolas.
Los métodos de preparación y cocción, incluida la cocción a altas temperaturas o el almacenamiento prolongado, pueden alterar la cantidad de vitamina C que se encuentra en los alimentos porque esta vitamina es sensible al calor, la luz y el oxígeno.
¿Qué dosis de vitamina C hay en los complementos alimenticios?
Tradicionalmente, y siguiendo una lógica de “más es mejor” , la vitamina C se presenta principalmente en dosis elevadas (de 500 a 1.000 mg) , en comprimidos ricos en aditivos (más del 90%) y para uso ocasional.
Por el contrario, creemos que la vitamina C, además de una dieta equilibrada, es útil todos los días y en dosis moderadas.
Los estudios científicos muestran que las dosis altas de vitamina C son muy ineficaces sólo debido a la saturación de los mecanismos de absorción: el exceso de vitamina C se excreta en gran medida en la orina sin ser completamente metabolizado por el cuerpo (hasta el 85% para dosis de 1 gramo) [ 1]
El nivel sanguíneo óptimo de vitamina C. de unos 70 µmol/litro, se obtiene rápidamente con una ingesta diaria de unos 80 a 100 mg de vitamina C: ¡dosis elevadas son inútiles!
Por ello, es preferible optar por dosis moderadas, con dosis repartidas a lo largo del día para una óptima absorción, y con ingestas regulares (diarias) para beneficiarse de las propiedades antienvejecimiento de la vitamina C.
Spray de vitamina C: ideal para el consumo diario
De acuerdo con estas realidades científicas, y para facilitar una ingesta regular y moderada, hemos desarrollado una solución apta para todos: vitamina C en spray.
Esta forma tiene una notable ventaja en términos de absorción, atribuible a su dosis óptima y administración sublingual.
El spray oral favorece la absorción eficaz de la vitamina C por las mucosas, permitiendo así una rápida difusión a la circulación sanguínea sin alcanzar los umbrales de saturación intestinal.
Tomarlo es fácil, directo y no requiere preparación. El spray también se puede pulverizar sobre alimentos (niños, etc.).
- Farmacocinética de la vitamina C en voluntarios sanos: evidencia de una cantidad dietética recomendada: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/8623000/
- EFSA: https://www.efsa.europa.eu/en/efsajournal/pub/3418
- Anses: https://www.anses.fr/fr/content/vitamine-c