¿Qué es el Zinc y cuál es su función?
El zinc es un oligoelemento esencial , presente en pequeñas cantidades en el organismo (alrededor de 2 a 3 gramos), pero imprescindible para multitud de procesos biológicos.
Interviene en más de 300 reacciones enzimáticas , asegurando así el buen funcionamiento de las funciones vitales. Entre ellas destaca la síntesis de ADN y proteínas, incluido el colágeno, que contribuyen a la regeneración celular y a la integridad estructural de los tejidos conectivos.
El zinc también desempeña un papel importante en el mantenimiento de la función inmune al modular la actividad de las células T y los macrófagos, que son esenciales para la respuesta inmune innata y adaptativa. Además, interviene en la regulación del equilibrio ácido-base, así como en la neutralización de los radicales libres gracias a sus propiedades antioxidantes , protegiendo así las células frente al estrés oxidativo.
Su importancia se extiende a la fertilidad y la reproducción, donde interviene en la espermatogénesis en el hombre y en el desarrollo fetal en la mujer. Finalmente, el zinc es necesario para la función gustativa, la cicatrización de heridas y la síntesis hormonal.
Sin embargo, el cuerpo humano no es capaz de sintetizar zinc , lo que hace imprescindible su ingesta dietética para evitar carencias.
¿Cómo actúa el Zinc sobre la piel, las uñas y el cabello?
El zinc es un elemento clave en varios procesos biológicos esenciales para la salud de la piel.
Regula la producción de sebo , una sustancia oleosa producida por las glándulas sebáceas. El exceso de sebo es una de las principales causas del acné y varios estudios, como el de Dreno et al. (2018), demostraron que la suplementación con zinc podría reducir significativamente la gravedad de los brotes de acné en unas pocas semanas.
Además de regular el sebo, el zinc tiene propiedades antiinflamatorias beneficiosas para afecciones de la piel como el acné, el eccema o las rojeces. Disminuye los marcadores de inflamación al reducir la producción de citocinas, moléculas que amplifican la respuesta inflamatoria en la piel [2].
El zinc también es esencial para la cicatrización de heridas. Estimula la producción de colágeno, una proteína estructural de la piel, y promueve la reparación de los tejidos, acelerando así la curación de las heridas cutáneas [3].
Finalmente, como antioxidante , el zinc protege las células de la piel del daño causado por los radicales libres, factores del envejecimiento prematuro. Un estudio publicado en 2009 destacó su capacidad para frenar la aparición de los signos del envejecimiento, en particular previniendo la formación de arrugas [4].
Al estimular la respuesta inmune, el zinc también ayuda a proteger la piel contra infecciones cutáneas, una función crucial para mantener una piel sana .
¿Cuáles son los requerimientos diarios de zinc?
El cuerpo no sintetiza el zinc y debe suministrarse a través de los alimentos.
Las referencias nutricionales para la población (RNP) recomiendan ingestas diarias de 5 mg para niños pequeños y de 10 a 12 mg para adultos. Los requerimientos aumentan ligeramente en adolescentes y mujeres lactantes, alcanzando de 12 a 14 mg por día.
Estas ingestas diarias representan sólo el 0,5% de las reservas de zinc del organismo, lo que puede explicar por qué las deficiencias de zinc son difíciles de detectar sin síntomas espectaculares.
Los estudios de consumidores muestran que las poblaciones con mayor probabilidad de tener deficiencia de zinc son los adolescentes (los más afectados por el acné), las personas mayores, los fumadores y los consumidores vegetarianos, dada la relativa pobreza de frutas y verduras.
¿Cómo asegurar tu ingesta, dieta o suplementación de Zinc?
Mantener unos niveles adecuados de zinc depende de una ingesta regular, ya que el cuerpo no tiene la capacidad de almacenarlo en grandes cantidades.
Cualquier exceso se elimina rápidamente por medios naturales. En una dieta omnívora, las principales fuentes de zinc son los productos animales, que generalmente aportan entre 5 y 10 mg de zinc por 100 g.
Por el contrario, las fuentes vegetales, como las verduras y las semillas, contienen mucho menos, con niveles de alrededor de 1 mg por 100 g.
Este bajo contenido de zinc en dietas predominantemente vegetales explica el mayor riesgo de subdeficiencia entre vegetarianos y flexitarianos.
También es importante señalar que las aguas prácticamente no contienen zinc, lo que excluye esta fuente como posible aporte.
La suplementación , ya sea ocasional o regular, con una dosis adecuada, representa una solución eficaz para alcanzar las ingestas recomendadas, especialmente para las poblaciones de mayor riesgo.
Zinc en suplementos para la piel.
La forma de zinc utilizada en los suplementos es esencial para una absorción óptima. El bisglicinato de zinc , por ejemplo, se absorbe bien y se tolera mejor que otras formas como el óxido de zinc, lo que lo convierte en una opción ideal para mejorar la salud de la piel.
En Argalys, para nuestro suplemento de Zinc , hemos seleccionado el bisglicinato que se combina con otros nutrientes para maximizar sus efectos. Esta fórmula combina:
- Selenio , un poderoso antioxidante que protege contra los radicales libres y apoya la inmunidad.
- Vitamina C , esencial para la síntesis de colágeno y el apoyo inmunológico.
- Vitamina B6 , que fortalece el sistema inmunológico.
- Metionina , un aminoácido que mejora la producción de queratina, fortaleciendo el cabello y las uñas, al mismo tiempo que ayuda a combatir el acné.
Gracias a esta sinergia de ingredientes, nuestro suplemento de Zinc está perfectamente formulado para apoyar la salud de la piel, el cabello y las uñas de forma eficaz y natural.
Bibliografía:
- Dreno, B. y col. (2018). "Zinc y acné: evidencia clínica y mecanismo de acción". Terapia Dermatológica .
- Burlando, B., et al. (2020). "Zinc y piel: una breve descripción de su papel en dermatología". Revista de investigación sobre la inflamación .
- Lansdown, ABG y cols. (2007). "Zinc en la cicatrización de heridas: aspectos teóricos, experimentales y clínicos". Reparación y Regeneración de Heridas .
- Fisher, GJ y col. (2009). "Los efectos antienvejecimiento de la suplementación con zinc en la piel: una revisión completa". Revista de Dermatología de Investigación .
- Prasad, AS (2008). "Zinc en la salud humana: efecto del zinc en las células inmunes". Medicina Molecular .