La vitamina D es de fundamental importancia desde el nacimiento. Es fundamental para la fijación del calcio óseo y contribuye directamente al crecimiento del niño y a la constitución de su esqueleto, lo que repercutirá en toda su vida.
Como hormona nuestro cuerpo sabe sintetizarla mediante la exposición al sol, lo que generalmente reduce la necesidad de ingesta de alimentos en verano.
Sin embargo, en el caso de los niños pequeños, se debe proporcionar a través de dieta o suplementos porque no deben exponerse al sol, dada la fragilidad de su piel y los riesgos posteriores que esto genera.
Antes de la diversificación de la dieta, los suplementos eran incluso la única fuente fiable de vitamina D para los lactantes porque las leches naturales, incluida la leche materna, son insuficientes para cubrir sus necesidades.
En este artículo resumimos las buenas prácticas a adoptar por los jóvenes respecto a esta vitamina.
¿Qué es la vitamina D?
La vitamina D es en realidad a la vez una vitamina aportada por los alimentos y una hormona sintetizada por el organismo durante la exposición de la piel al sol, bajo la acción de los rayos UV tipo B.
Existe en 2 formas moleculares principales:
- Vitamina D2 (Ergocalciferol): producida principalmente por plantas
- Vitamina D3 (Colecalciferol): producida principalmente por animales y algunas plantas (líquenes, etc.). También es la forma sintetizada por el cuerpo.
En el organismo, tras atravesar la barrera intestinal, estas moléculas sufren modificaciones enzimáticas en el hígado y los riñones para convertirse en su forma activa: el calcitriol.
El calcitriol participa en varios mecanismos fisiológicos clave, incluida la asimilación de calcio y fósforo, la diferenciación y multiplicación celular y la inmunidad.
El papel de la vitamina D no se limita a la asimilación del calcio sino que en los niños pequeños es su principal beneficio en la medida en que el tamaño y la fuerza del esqueleto son parámetros que repercutirán durante toda su vida.
¿Qué formas de vitamina D deberían favorecerse en los niños?
Existe consenso científico: es preferible elegir vitamina D3 para la suplementación con vitamina D en niños, bebés y adultos.
La vitamina D3 (colecalciferol) es más estable en el tiempo y más directamente asimilable y funcional que la vitamina D2. También es la forma que produce la piel durante la exposición al sol.
Estas diferencias biológicas hacen de la vitamina D3 la mejor opción para la ingesta de vitamina D en los niños.
Hasta hace poco, la vitamina D3 disponible comercialmente era de origen animal y frecuentemente derivaba de la lanolina presente en la lana de oveja. Esto obligó a los veganos a recurrir a la vitamina D2.
Ahora existe la vitamina D3 de origen vegetal , producida a partir de un recurso sostenible y no amenazado por las muestras tomadas: el liquen boreal.
Los beneficios de la vitamina D en los niños
Al igual que en los adultos, la vitamina D tiene efectos multifuncionales esenciales en los niños.
Desempeña un papel en:
- Regulación de la salud ósea
- Sistema inmunitario
- El desarrollo del organismo (diferenciación y crecimiento celular).
Por tanto, la vitamina D es fundamental para el crecimiento armonioso del niño: en el esqueleto, pero también para una buena mineralización dental y la multiplicación celular. La consecuencia de deficiencias prolongadas es el raquitismo.
El papel de la vitamina D como estimulador inmunológico también es fundamental en los jóvenes cuyo cuerpo aún no es robusto frente a las infecciones.
La vitamina D es esencial para el desarrollo saludable de los niños.
Las consecuencias de la deficiencia de vitamina D en los niños.
La deficiencia de vitamina D es actualmente poco común en nuestro país .
Lleva un nombre cuya memoria atestigua su prevalencia pasada: el raquitismo, una patología común hasta mediados del siglo XX.
Es una enfermedad caracterizada por una mineralización ósea insuficiente, lo que provoca:
- Deformidades óseas
- Retraso del crecimiento
- Dolor de huesos
- Fracturas espontáneas en niños.
Para determinar la dosis de vitamina D en niños, es necesario medir la concentración de la molécula de 25 hidroxivitamina D (denominada 25OHD) en la sangre (plasma).
La deficiencia se refiere a niveles de 25 0HD inferiores a 25 nanomoles (Nmol)/litro. Sin embargo, cuando la concentración es inferior a 50 nmol/litro, el nivel sigue siendo insuficiente.
El rango apropiado está entre 50 y 150 nmol/l (fuente: Haute Autorité de Santé). Sin embargo, es prudente que los jóvenes mantengan el nivel en sangre por debajo de 100 Nmol/litro para evitar cualquier riesgo de hipercalcemia.
Más allá de sus efectos sobre los huesos, la deficiencia de vitamina D también afecta al sistema inmunológico, aumentando potencialmente el riesgo de infecciones y enfermedades autoinmunes.
Otros estudios han encontrado vínculos entre la deficiencia de vitamina D y los trastornos neurológicos, como retrasos en el desarrollo e inestabilidad del estado de ánimo.
¿Qué alimentos son ricos en vitamina D aptos para los niños?
En primer lugar, cabe señalar que la leche materna o la leche animal (vaca, oveja, cabra) contienen vitamina D , pero en una proporción demasiado baja para constituir una base para una ingesta significativa.
Además, antes de la diversificación dietética, la suplementación es fundamental
Tras la diversificación, ciertos alimentos aportarán gradualmente cantidades cada vez mayores de vitamina D:
- Pescado aceitoso:
El salmón, la caballa y las sardinas son excelentes fuentes de vitamina D3. Sin embargo, su contenido en metales pesados tóxicos obliga a limitar su consumo (una vez a la semana como máximo). El aceite de hígado de bacalao fue durante mucho tiempo la única fuente de suplemento disponible.
- Huevos :
Una yema de huevo proporciona una media del 15 al 20% del requerimiento diario (2 a 3 µg).
- Leches naturales:
Tienen contenidos bajos pero sus derivados más concentrados (yogures, quesos) tienen contenidos elevados (proporcional a su contenido en materia seca). Los productos enriquecidos con vitamina D también son habituales en la actualidad.
- Alimentos vegetales:
Tienen niveles muy bajos de vitamina D2: alrededor de 2 µg/100 g para las setas, que son las especies más ricas.
Sin embargo, es importante recordar que una menor exposición al sol para los niños pequeños significa una mayor dificultad para satisfacer sus necesidades de vitamina D únicamente a través de la dieta (especialmente para los más pequeños).
Es prudente mantener una parte de la ingesta mediante una suplementación específica.
¿Cuál es la dosis recomendada de vitamina D para bebés y niños?
Las vitaminas D no son solubles en agua sino en aceites.
Esto explica su baja eliminación urinaria y su almacenamiento en los tejidos adiposos y posibilita ingestas importantes e irregulares (por inyección).
Siempre es preferible una ingesta moderada y regular para evitar picos sanguíneos excesivos.
En su última actualización de 2022, la Sociedad Francesa de Pediatría recomienda un suplemento diario de vitamina D2 o D3 de 400 a 800 UI (10/20 µg) para los niños de 0 a 18 años.
Sin embargo, la Agencia Nacional de Seguridad Alimentaria, Ambiental y de Salud Ocupacional (ANSES) precisó en marzo de 2021 que una ingesta de 400 unidades internacionales (UI) de vitamina D al día (es decir, 10 µg) es suficiente para los niños de un año.
¿Existe riesgo de sobredosis de vitamina D en los niños?
Sí, existe un riesgo real de sobredosis de vitamina D en niños en caso de ingesta excesiva.
Y esto es especialmente cierto porque los niños tienen un mecanismo enzimático regulador renal que parece menos eficaz que el de los adultos.
La ANSES considera que la Ingesta Máxima Diaria (IDM) para niños menores de 1 año es de 25 µg (1000 UI), luego de 2000 UI de 1 a 3 años.
Las sobredosis masivas de vitamina D pueden provocar hipercalcemia (exceso de calcio en la sangre) que puede provocar una calcificación renal con graves consecuencias.
Estas sobredosis son raras y ocurren por error:
- Ya sea por mala aplicación por parte de los padres.
- Ya sea por la combinación de suplementación en casa con prescripción médica
Este es el motivo por el que, sobre todo con la vitamina D , hay que tener cuidado a la hora de distribuirla al niño (siempre por la misma persona). También se debe tener cuidado de mantener el producto fuera del alcance del niño y la suplementación debe definirse de acuerdo con el pediatra.
¿Deberíamos dar vitamina D como suplemento dietético a los niños?
Como se explicó anteriormente, la vitamina D es fundamental para el buen crecimiento de los niños, desde su nacimiento.
Sin embargo, dado que los niños pequeños no deben exponerse al sol, sólo se debe tener en cuenta la exposición externa.
Además, antes de la diversificación de la dieta, es esencial para los lactantes una suplementación equivalente a 400/500 UI/día.
Tras la diversificación, la suplementación sigue siendo una buena práctica prudente (400/800 UI) porque los alimentos cubrirán una parte de las necesidades difíciles de estimar y rara vez suficientes en los primeros años.
Si se opta por suplementos de vitamina D es imprescindible informar al pediatra. Por ejemplo, puedes presentar la composición detallada de nuestro suplemento de vitamina D3, apto para niños y adultos con una dosis de 500 UI por pulverización. Su administración es más fácil y segura que la de los goteros y una sola pulverización es suficiente para los niños pequeños.
Bibliografía:
- Anses : https://www.anses.fr/fr/content/vitamine-d-pourquoi-et-comment-assure-un-apport-suffisant
- ANSES: Marzo 2021: referentes nutricionales en vitaminas y minerales
- Vitamina D2 frente a D3 : eficacia relativa de la vitamina D2 y la vitamina D3 para mejorar el estado de la vitamina D: revisión sistemática y metanálisis: https://www.mdpi.com/2072-6643/13/10/3328
- Vitamina D y exposición al sol en niños: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/31739173/
- Alta Autoridad de Salud Pública (junio 2022) 'Dictamen relativo a la cobertura de las necesidades en Vitamina D y Hierro'