La vitamina D ayuda a fijar el calcio y el fósforo en huesos, articulaciones y dientes.
La situación de carencia o subcarencia provoca raquitismo en los jóvenes y un entorno propicio para la osteoporosis en los adultos. También es esencial para los mecanismos inmunológicos.
Definición y papel de la vitamina D en el organismo.
La vitamina D es una vitamina liposoluble que desempeña un papel crucial en el cuerpo humano.
Su principal papel reside en la regulación de la homeostasis del calcio, favoreciendo la absorción intestinal de calcio y fósforo, dos elementos vitales para el mantenimiento de la salud ósea.
La vitamina D actúa como un modulador endocrino, interactuando con receptores específicos que se encuentran en varios tejidos. Estas interacciones son preponderantes en:
- Control del crecimiento celular.
- Regulación inmune
- Modulación de la expresión genética.
Por tanto, desempeña un papel multidimensional al ejercer una influencia considerable en diversos aspectos de la fisiología humana.
La vitamina D está muy implicada en los mecanismos de defensa inmunitaria, incluida la reducción de la sensibilidad a las alergias respiratorias y en el tono general.
Las diferentes formas de vitamina D
La vitamina D también es parcialmente una hormona porque el cuerpo sabe cómo sintetizarla exponiendo la piel al sol: por lo tanto, las necesidades dietéticas difieren según la estación, el lugar y el estilo de vida.
Hay 2 formas principales de vitamina D:
- Vitamina D2 o Ergocalciferol,
- Vitamina D3 (colecalciferol)
El colecalciferol (vitamina D3) es la forma más activa. Puede ser sintetizado por el organismo mediante la exposición al sol y aportado a través de los alimentos, principalmente productos animales:
- Huevos
- Productos lácteos
- Pescados grasos (incluido el “famoso” hígado de bacalao).
La vitamina D3 también se puede encontrar en suplementos . En este caso, se obtendrá principalmente de lanolina (lana de oveja), pero también existen fuentes vegetales, como los líquenes vegetales.
La vitamina D2 está presente en pequeñas cantidades en determinadas plantas (setas, etc.) pero es más común en los complementos alimenticios (procedente de fermentaciones biológicas). Sin embargo, es menos activa que la vitamina D3.
Requerimientos de vitamina D en adultos y niños.
La vitamina D3 es esencial para la salud desde una edad temprana, para la fortaleza ósea y la resistencia inmune.
Las necesidades de vitamina D son constantes desde una edad muy temprana (desde el nacimiento) para asegurar un crecimiento óptimo.
Es una vitamina liposoluble, lo que explica su correcta conservación en el organismo: siempre es deseable una ingesta diaria regular, pero excepcionalmente es posible una dosis masiva (por inyección) para corregir las carencias más graves.
El valor nutricional recomendado de vitamina D3 varía dependiendo de la edad, la salud y las necesidades individuales, pero en general se considera necesaria una cantidad de 500 a 1000 unidades internacionales (UI) por día para mantener niveles adecuados en el organismo.